Frank de la Jungla







Buenos días, tardes o noches;

Nunca jamás pensé que 15 minutos dieran para tanto. Nos hemos despertado a las 4 para llegar a la cárcel a las 5am. A esa hora ya no éramos los primeros, pero al menos pudimos pillar vez en el primer turno que comienza a las 9am y termina a las 9:15.

Hemos visto a Yuyee; Soy consciente que para mucha gente puede parecer que estoy contando una película trágica, pero es lo que hay, lo que vivimos y lo que sufrimos. Llevamos juntos  casi 14 años y jamás pensé que nos veríamos en estas. Ver a mis hijos besando el cristal y actuando como hombrecitos para que su mama no vea que están tristes. Ver a Yuyee que se hace la fuerte pero que ya la veo con ronchas en la piel, ojeras que nunca la vi y una sonrisa triste que me dan ganas de no sé qué. No veo el momento de que salga de ahí…no sé cómo, pero aprieto los dientes hasta que chirrían de la rabia acumulada. Es un día grande porque hemos visto a Yuyee. Zape y Zorro han salido por la puerta y se han derrumbado y yo no puedo llorar porque eso les haría pensar que las cosas están peor de lo que ellos piensan.

Hoy es un día grande y un día terrible a la vez. Me tengo que ir a currar, no queda otra. Tengo a un equipo de grabación esperándome dos semanas sentados al borde de un desierto. Dejare Tailandia… a mi mujer en la cárcel, a mis hijos con una señora que he contratado y con el abuelo que intentara lo mejor que pueda coordinar su vida sin grandes cambios. No me queda otra y me marcho con el corazón partido en mil pedazos que dejo a cada uno de los miembros de mi familia.

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