Mi Ciudad


Los orígenes de Madrid según cuentan los historiadores, data de la época de la dominación musulmana, a finales del siglo IX, al levantar el emir cordobés Muhammad I una fortaleza en un promontorio junto al río Manzanares, en el lugar que actualmente ocupa el Palacio Real.

Se cuenta que Madrid es rica en agua ya que por el subsuelos de sus calles o vías la recorren  arroyos, los cuales han quedado encajonados bajo su pavimento.

Al llegar los árabes encontraron un lugar llamado “Matrice”, conocido también como Madre de las Aguas. Los nuevos pobladores cambian el nombre por un nombre árabe y compuesto denominado o llamado Mayra - (Madre Matriz), y el sufijo iberorrománico -it , que significa abundancia, lo que hace que lo llamen Mayrit.

En los alrededores de esta fortificación se fue creando un pequeño enclave con el conocido nombre de Mayrit, (para los cristianos Mayerit) siendo objeto de varios ataques por los reyes cristianos durante la Reconquista.

Estos dos nombres fueron utilizados por las dos poblaciones, prevaleciendo al final el término cristiano como una castellanización del híbrido de latín y árabe:

 - Matrices - Mayrit - Magerit - Maydryt y finalmente MADRID.


A mediado del sigo XVI, Felipe II decide fijar su corte ambulante en la Villa de Madrid. Los nobles le siguen los pasos y se trasladan a la pequeña población al amparo de la Corte Real, manteniendo pequeños contactos con el Rey a través del ingenio cortesano. Su presencia fue haciendo poco a poco a Madrid, una de las ciudades mas sociales y alegres.

En 1606 y tras regresar de Valladolid, Felipe III decide tomar importantes decisiones, por lo que en 1616 ordena construir la Plaza Mayor, y en 1618 adquiere terrenos y amplia con jardines y fuentes los terrenos que actualmente conforman los jardines del Retiro.

En el periodo del reinado de Felipe IV, se vivió un esplendoroso periodo cultural, con la presencia de genios de la talla de Cervantes, Quevedo, Velázquez, Lopez de Vega, etc.

Las primeras transformaciones del urbanismo de la Capital llega con Felipe V, y en 1738 se inician las obras del Palacio Real, destruido en un incendio en 1734. Tras las reformas de Fernando VI, que mando construir el Convento de las Salesas Reales, accede al trono Carlos III, que sería conocido como el mejor alcalde de Madrid.




Carlos III se propuso hacer de Madrid una ciudad digna de tal nombre, comenzando a construir, paseos, cisternas para alcantarillados e iluminación pública, pavimentando las calles y la ornamentación de la ciudad con distintos monumentos.




Del reinado de Carlos III data la Basílica de San Francisco el Grande (1761-1770). La Casa de Correos (1766-1768), actual sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid. La Puerta de Alcalá (1769-1778). El Museo del Prado (1785), y así innumerables edificios de importante envergadura para la ciudad. Mas adelante les iré contando otros momentos históricos de la Ciudad de Madrid.




Con esta pequeña historia y otras que vendrán, quiero acercarlos a mi mundo, a mi Ciudad, a un Madrid cargado de energía, colorido e ilusión para todo el que la visita.


2015-23-11




Madrid hacía el año 1910



Madrid, situado en el centro de la Península Ibérica, ha visto perfilada su identidad por el hecho de  haber sido capital de la Corte de los reyes de España durante más de cuatro siglos. Madrid ha sabido incorporar, sin traumas, elementos característicos de todas las regiones de España. Su historia, sus paisajes y sus gentes han sido tratados con especial interés por los grandes pintores de la escuela española que, al estar al servicio de la Corte, vivieron el ambiente, a veces popular y festivo, a veces trágico, de Madrid.


No es que Madrid haya sido hasta 1910 una ciudad exclusivamente artesanal o dominada sin excepción digna de nota por el pequeños patrono, pues ya se habían instalado en el XIX algunas grandes empresas del sector gráfico y alimenticio, pero será ahora, a partir también de los primeros años del nuevo siglo, cuando se supere la última de las carencias infraestructurales para impulsar la industria.




Con agua, con ferrocarriles, con fuerza motriz disponible, Madrid conocerá durante la década de 1910 su primer despegue industrial que, aunque estrechamente vinculado al auge de la construcción, pone ya las bases de una mayor diversificación en la producción de bienes.



Uno de los lugares más emblemáticos que existen en nuestra ciudad es la Gran Vía, una de las avenidas mas céntrica y famosa por sus cines, teatros, bares, restaurantes y gran turismo que pasea a diario por el corazón de sus calles.




Los edificios existentes datan entre los siglos 1900 y 1940, y la construcción se produjo en el año 1910 para cubrir la necesidad de comunicar el noroeste de la ciudad y el centro, con el fin de descongestionar la Puerta del Sol y establecer mejores comunicaciones entre el Barrio de Arguelles y el de Salamanca, lo que hizo que desaparecieran algunas de sus estrechas callejuelas.



 Firma del acta de inauguración de las obras de la Gran Vía, 1910, fotografía. Museo de Historia.



Es entonces cuando se constituyen las primeras grandes empresas eléctricas, químicas y metalúrgicas y cuando las sociedades anónimas de la construcción, de dimensiones más adecuadas a las grandes obras previstas y a los nuevos edificios proyectados, pasan a ocupar el espacio que antes llenaba, casi por completo, la figura del contratista individual.



El progreso no consiste en aniquilar hoy el ayer, sino, al revés, en conservar aquella esencia del ayer que tuvo la virtud de crear ese hoy mejor. (Jose Ortega y Gasset).




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